KATYA ECHZARRETA: INMIGRANTE, ASTRONAUTA Y AHORA BARBIE
Por Luisa Miranda
Katya tiene 6 años y toma la mano de su mamá, vienen de vuelta a casa, después de realizar varios pendientes en las calles de Guadalajara. Cuando por fin hacen un alto en la parada del autobús, Katya levanta la mirada al cielo, medita un momento y le pregunta a su apurada madre: ¿cuál es la carrera más difícil que alguien puede tener?… Eso depende –responde distraída la apurada mujer- pero para ti, yo creo que ser astronauta… Ok, eso es lo que voy a ser, concluye con certeza la pequeña Katya.
20 años después, al darle la noticia de que ha sido elegida como parte de la tripulación que, a bordo de la nave New Shepard de la empresa Blue Origin, viajará al espacio, las palabras de esa misma madre son: ¡Lo sabía, siempre lo supe y siempre lo supimos!
… ¿Qué historia hay entre estos dos momentos determinantes en la vida de Katya Echazarreta, la primera mujer mexicana en viajar al espacio?… 20 años de resiliencia, esfuerzo y tenacidad.
Tan sólo un año después de la escena en la parada del autobús, la familia se mudó a San Diego California, en donde Katya cursaría su educación elemental y se enfrentaría junto a su familia con la nostalgia eterna del migrante por su lugar de origen. No obstante, ella, que ya había puesto sus ojos y sus metas en el universo, se consolaba un poco, observando el cielo nocturno y pensando que la familia de México veía las mismas estrellas y la misma luna, cielos similares.
Cuando la joven cursaba la preparatoria, sus padres se separaron y la difícil situación económica hizo que su madre, que se dedicaba a atender su casa, tuviera que salir a limpiar casas ajenas. Katya en ese entonces trabajaba en un Mc Donalds, y decidió quedarse un tiempo ahí, postergando su acceso a la universidad.
Cuando por fin lograron salir adelante, Katya decidió que era su momento: Fue cuando yo decidí que iba a dedicarme a mí. Desde su época escolar, enfocó su esfuerzo y dedicación hacia la carrera espacial.
Comenzó sus estudios en ingeniería eléctrica en un colegio comunitario, para concluirlos en la prestigiosa Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Posteriormente haría una maestría en Ingeniería Eléctrica en la Universidad Johns Hopkins.
Se desempeñó como pasante en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) en la NASA en donde le ofrecieron un puesto de tiempo completo.
Estando ya en el universo de lo suyo, se enteró de un programa de la organización sin fines de lucro Space for Humanity (S4H) para llevar a gente común al espacio con el fin de experimentar el llamado efecto perspectiva (overview effect) que han experimentado astronautas al contemplar el planeta desde el espacio y que les impacta tanto que provoca un cambio de consciencia, inspirándoles a buscar soluciones a los problemas de la humanidad.
Se inscribiría al mencionado programa en 2019 sin tener respuesta, durante un año. Sólo recibiría posteriormente un correo electrónico informándole que era semifinalista. A pesar de eso, no guardó muchas esperanzas.
Finalmente sería seleccionada de entre más de 7,000 candidatos, de más de 100 países, provocándole una gran emoción, y una de sus primeras reacciones fue decir en voz alta: Mamá se volverá loca… Pero no todo termina ahí,
Volar al espacio requiere de un buen entrenamiento, por lo que la joven mexicana se sometió a una preparación que incluía pruebas de fuerza g, micro gravedad, pérdida de oxígeno y cómo reaccionar a situaciones críticas; todo ello con la finalidad de viajar a más de 3.200 km/h y superar los 100 km de altitud donde comienza el espacio.
Junto con su profundo amor por el universo, la ingeniera tiene también un amor por su país de nacimiento Con un emotivo video, la mexicana compartió un mensaje en el que dedicó su vuelo al espacio a México y a toda la comunidad latinoamericana.
Mi deseo es que veas esta misión, creas en ti, y sepas que puedes ser la próxima.
Finalmente, la Misión NS-21, despegó el día sábado 4 de junio de 2022 a las 8:00 am, hora de México. Llevando al universo con el que siempre soñó a Katya Echazarreta, de 26 años y doble nacionalidad, siendo también la estadounidense más joven en superar la atmósfera terrestre. Pocos saben que llevó con ella una pequeña parte de las cenizas de su abuelo, para no ser la única de la familia en el espacio… Pero tampoco todo termina aquí.
Poco antes de subir a esa nave e ir hasta donde comienza el universo, Katya diría: siento tal conexión con el espacio exterior, que es el fin del ciclo poder verlo con mis propios ojos.
El efecto perspectiva, logró reafirmar su devoción por el espacio exterior, pero, además reforzó su creencia en la búsqueda de que nadie, en especial las niñas y las mujeres, sientan que tienen algún límite a sus sueños solo porque alguien más se los diga.
Lo último en las noticias acerca de Katya Echazarreta es que los creadores de la muñeca más famosa del mundo, Mattel, han hecho una Barbie a su imagen y semejanza, con su uniforme de astronauta, como parte de la línea Role Models, una iniciativa de la marca, creada en 2015 con la intención de homenajear a mujeres inspiradoras de distintas épocas y de todo el mundo.
Cuando Katya Echazarreta vio la tierra desde el espacio, dijo para sí misma:
Hoy estoy aquí porque siempre creí que estaría