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LE MAGISTRADE Y EL ODIO A LO DIFERENTE
Ociel creció como muchos integrantes de la comunidad LGBTTTIQ+ siendo rechazado, criticado y agredido por ser diferente.
Sin embargo, su vida fue una constante lucha por defender sus derechos a ser y expresarse de la manera en que se sentía mejor consigo mismo y no con lo que los demás esperaban de él.
Estudio la licenciatura en Derecho por la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Coahuila, donde hizo una maestría en Derecho Constitucional y Políticas Gubernamentales.
Pero en 2020, mientras realizaba un litigio estratégico en materia de derechos político electorales, decidió expresar abiertamente su identidad de género como persona no binaria. “Cuando me puse por primera vez falda hace cuatro años, me puse tacones, me pinté el labio y salí de mi casa, era un miedo. Rompí mi propio techo de cristal, de salir a la calle y yo pensaba que todo mundo ya me estaba esperando con una piedra. Luego esa piedra se convirtió en discurso verbal, pero el tema es que es más importante de vencer los miedos personales”. Así describió en una entrevista ese momento en su vida en que desafió el orden establecido.
Dos años después, en 2022 llegó al Tribunal Electoral de Aguascalientes, convirtiéndose en el primer magistrade electoral no binarie en América Latina.
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En sus redes sociales, que llegaron a tener a miles de seguidores, se mostraba usando zapatillas, maquillaje, abanicos multicolores y faldas combinadas con el traje sastre y corbata.
Le magistrade, se destacó por la defensa a los derechos de la comunidad LGBTTTIQ+. Promovió la participación de integrantes de la comunidad en política, presentó la iniciativa para que la credencial para votar tuviera la opción para identificar a las personas no binarias, promovió el uso de baños incluyentes y él en lo particular fue la primer persona no binaria en tener esa identidad en su acta de nacimiento, su pasaporte, y su credencial para votar.
“Las personas que nos autoadscribimos no binarias somos aquellas personas que rompemos con la visión dicotómica de lo que se entiende por hombre y por mujer. En mi caso, yo no me autoadscribo hombre y no me siento mujer, mi identidad, la que me hace sentir libre, perteneciente y que me hace que me desarrolle en mi personalidad es este rompimiento de la dicotomía, de utilizar prendas de hombre y de mujer, de no tener la obligación, esa carga y presión social de tenerme que comportar de cierta manera”, explicaba en una entrevista con Gabriela Warketin.
Su vida y la causa que defendió se vio interrumpida el lunes 13 de noviembre con el hallazgo de su cuerpo y el de su pareja Dorian Nieves con huellas de violencia en su domicilio.
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A este lamentable suceso, la Fiscalía de Aguascalientes adelantó que los indicios apuntaban a que no hubo una tercera persona y dio a entender que podría tratarse de un crimen de odio.
Le magistrade Ociel había recibido amenazas de muerte por su identidad de género, y esto, señalaron activistas de la comunidad, debía ser tomado en cuenta por la Fiscalía estatal para no descartar que pudo tratase de un Crimen de Odio. El odio a lo diferente.